Ya no hay flores

 

Y llegó a Gáldar Míster Lover, “El sueco”,  y construyó una nave donde plantó flores que cosechaba en Mayo. Pasó el tiempo y expandió el negocio de la floricultura. Llegó a tener  siete naves que producían flores para media Europa.

Pero tentó a la suerte, y tras las siete naves de la abundancia, decidió construir la octava: Un barco que llamó Mayflower VIII, donde las flores que viajaban surcando el inmenso azul hasta Holanda propagaron la plaga que destruye todo. La desgracia viajó en el Mayflower VIII a través del espacio con destino al planeta azul.

De aquel  negocio que dio trabajo y riqueza a mi pueblo, ya solo quedan los esqueletos de los invernaderos en ruinas. Desde entonces en el día de la fiesta del patrón, la batalla de flores se hace con confetis y los jarrones se adornan con flores artificiales.

Imagen: Criste Mihai

Ya no hay flores - (c) - Rito Santiago Moreno Rodríguez